lunes, 17 de marzo de 2014

CAPÍTULO 22 - WALTER: UN NUEVO PREMIO

El primer disparo pasó cerca, y entonces

apunté nuevamente, pensando

no en la figura sino en el movimiento; y pude

derribarlo. Una

y tres veces más, como en una

repetición sonora. Mi hijo

me miraba orgulloso: 4 patos

sobre 5 disparos no estaba mal; y el dueño de la barraca

señaló dos hileras

de bichos amontonados entre yoyós

y balones de fútbol ¿Qué se van a llevar, 

los caballeros? Lucas

volvió a mirarme: "Lo más justo

sería irnos con el pato que no hemos derribado: siendo

imposible, tendremos que conformarnos

con algo más sencillo. Algo

como aquel conejo 

de peluche naranja. ¿Verdad, Lucas?" Cambié el rifle

por aquel animal inerte, era liviano, tenía el pelaje

descolorido, las orejas en punta, el aire

estúpido de todos los conejos. Lucas lo sostuvo

un momento en el aire

y me lo devolvió

con un pequeño gesto de aprobación.-






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