lunes, 10 de marzo de 2014

CAPÍTULO 21 - BERNAT: UNA ORACIÓN ANTES DEL SUEÑO

Todo lo que se va

con la respiración es inestable; inestable

lo que con ella llega. Consérvala

sin ningún deseo

de adueñarte de ella. Permite que con ella llegue

el aire de este mundo — todas esas

metáforas de sí

mismas. También tú

no eres sino el símbolo de una conciencia

ajena, pugnando

por abandonar la apariencia. Nunca sabrás

qué es el viento, qué

las aves que gritaban sobre las rocas de la

costa, nada

de lo que imaginaste distinto de tu ser. Incluso

ahora, buscando establecer que la temperatura de tu cuerpo

y tú

sean dos fenómenos independientes — y no cada uno

la realización del otro— no haces más que cegarte

en tu voluntad de resistir. Sólo concibes

la voluntad como rechazo, como un alejamiento

de todo lo que, fuera de ti, sigue siendo

también tú mismo. Alíviate de ti; y deja

que la respiración restituya

lo que te corresponde: duerme ahora.-



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