lunes, 28 de abril de 2014

CAPÍTULO 28 - JOSEP: HOTEL METROPOL

Casi no hablaba

yo; con el periódico



plegado bajo el brazo, y mi

boina, mientras abría cáscaras de semillas

de girasol, con el pulgar y el



índice, ajustando

un poco la presión de las uñas hasta oír

el chasquido, el crujido, por sobre el sonido interminable

de la lluvia



del café de la plaza. Nikos —el

maestro



del realismo culinario— comentaba

la fiesta: "invadido

por ancianas vestidas de lila y morado, (el pueblo)



parecía una jaula de aves exóticas, con sus

pintores de marinas; y sus

funcionarios". También Mr. Thomson —director



en vacaciones del Matrimonial

Post— podría coincidir conmigo,

cuando escribí que "la virtud



como el capital, tiende a concentrarse".





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lunes, 21 de abril de 2014

CAPÍTULO 27 - ISABEL: EN EL AVIÓN, PRIMEROS PENSAMIENTOS

Despegarse del suelo

para entrar en esta suspendida comarca de la ausencia,



mi no estar

en la isla, junto a Pedro y los chicos,

en como una extraña desviación del rumbo de las constelaciones:

un inverosímil suceder aparecido en la bóveda del cielo.



Nada de esto es real, ni esas nubes debajo

ni el asiento al que aún permanezco sujeta

ni la memoria



abstracta de la muerte de Carmen.



Carmen,

             en expulsión definitiva de sí msima,

con la asfixia entrándole

por boca y por nariz

como en las de un conejo hundidas en coñac.



Nada que lo anunciara, fuerte y gozosa de todo como era.



Ahora que voy revelando su rostro de mujer en mis propias facciones,

tan parecidas ambas a mamá

como avatares de una sola imagen.



Y aquellas frutas que me daba cuando yo era una niña:

las brevas en su tiempo,

los arándanos,



tan dulces y jugosas

                              las naranjas de ombligo.



En la isla las hay pero nunca me prodigaron aquel gusto de sol,

aquel caudal de miel, la sensación de estar saboreando un fruto hecho por Dios.



Qué hará oncle Carles ahora con los árboles, la luz de las mañanas

sobre campos y huertos,

y con la servidumbre de su vida confinada a su mala mitad.

lunes, 14 de abril de 2014

CAPÍTULO 26 - BORIS: DESDE ALGÚN PUNTO DE LOS PIRINEOS

En cada uno de mis pasos debe haber un

sentido —una dirección precisa. Y

todo puede 

observarse, medirse; como

yo mismo:

voy a los tumbos, liderado por el viento, por lo que se deje

olvidar, lo que se vaya

lejos, esquivando los pueblos. Una

velocidad y un

intento de esconder lo visible:

el cansancio, las botas agujereadas, la

nieve: despegarlo

del resto, la voluntad, la

orden de captura —lo que dice la prensa de

allí: y que también se desvanece

con esta bruma intensa. Así

avanzo hacia el

silencio, hacia ser una silueta improbable —

algo en lo que nadie cree.


lunes, 7 de abril de 2014

CAPÍTULO 25 - WALTER: LAS FOTOS DEL RECONOCIMIENTO

"Parece

una actriz; ¿quién es, Pá?", pregunta

Lucas, iluminado, desde el asiento

del copiloto, revisando los sobres de la guantera. El sol

se refleja en su flequillo

rubio, se multiplica

por los alambres de su ortodoncia, inundando el interior

del coche

que ahora pasa lento junto al baldío, gira, se

detiene junto al muro

de la planta cárnica. Están los restos

de afiches descoloridos, se anuncia un cómico, el viernes 18, un festival

de baile náutico, un evento de música country: pasa un perro, Lucas

lo mira: "cuando termine el viaje, voy

a comprarte un perro", le

digo. Vuelvo a girar, pasamos

frente al inmenso portón metálico de la fábrica: "pero

no es una actriz, ¿no, Pa?"