lunes, 27 de enero de 2014

CAPÍTULOS 17 - QUIM: EL FIN DEL MUNDO CONOCIDO

A la velocidad de la luz; o aún

más rápidamente, una explosión que lo devorara todo

nos privaría de su sonido: impedidas 

de propagarse, esas ondas

esperarían en el fondo de la nada, complaciéndose

en la propia imposibilidad de su existencia. Pero esto

es tan absurdo

como suponer un grito

que pudiera encerrarse dentro de una botella. Si acaso

me sirve, únicamente es

para que pueda entender qué sucedió con Carmen: apagada

a una velocidad que distrae nuestros sentidos, no podemos

oír. Mantenemos

la mirada en dirección a su muerte, buscamos

mitigar el dolor con una camarera detenida, un
 

diagnóstico médico, un joven

desaparecido; y aliviamos, en lo familiar, nuestro padecimiento. 

El fin del mundo conocido no es

eso, es renunciar a seguir buscando del mismo

modo, suspender

todos los dictados de nuestro

aprendizaje, impregnarnos de nada.-



.

No hay comentarios:

Publicar un comentario