Me han dicho
que podía confiar en usted: si no es
así, lo sabré
mañana o pasado, cuando la policía
me encuentre; y si sí,
le hará llegar a Lenka
un mensaje muy simple: "regreso
al sitio donde comenzó todo, apenas
pueda
te enviaré una señal. No dejes de mirar
al cielo, siempre que puedas. Tuyo, Boris." Cada vez
el frío es más intenso, y los pueblos
van quedando más lejos; cada vez es preciso
caminar más aún, dormir
más; y recordar menos
la expansión de la mancha sobre el jardín de Carmen. A usted
sólo debo decirle que se cuide
del hombre del conejo naranja: lo llaman
cuando la situación no es buena; ignoro si en el pueblo
hay algún restaurante chino, lo encontraría
allí, comiendo
Teppan Yaki. Mire: este
caleidoscopio
se parece a la explicación de todo:
es curioso, ahora no se mueve.
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